
Desde el 15 de diciembre de 2024, la Bahía de Santa Lucía en Acapulco se ha engalanado con la llegada de las majestuosas ballenas jorobadas. Estos impresionantes cetáceos, conocidos por sus acrobáticos saltos y melodiosos cantos, migran anualmente desde las frías aguas de Alaska hasta las cálidas costas mexicanas para reproducirse y cuidar a sus crías.

Las playas de Caleta y Caletilla, ubicadas en el corazón de Acapulco, son reconocidas por sus aguas tranquilas y su ambiente familiar. Aunque estas playas no son los principales sitios de anidación de tortugas marinas en la región, la comunidad local y diversas organizaciones han implementado iniciativas para la conservación y protección de estas especies.